martes, 25 de agosto de 2009

Se acerca el incierto y temido septiembre...

Me acabo de sentar a escribir en este rincón particular de mi misma. No sé qué voy a escribir, pero siento unas tremendas ganas de hacerlo. Es la forma más civilizada que encuentro de desterrar los tormentos que me perturban.

Ahora mismo me siento bien, he vivido un buen verano, de los que hacía tiempo no recordaba. Lo cierto es que necesitaba alejarme de España, conocer otros lugares, otras gentes...queriendo aprender de todo lo que no está a mi alcance en la cotidianidad. Creo que necesitaba pensar menos y vivir más...y así ha sido. He respirado otro aire y me ha sentado bien. Me siento más libre, menos dependiente de lo que ya conozco.

Pero esta semana va a ser-está siendo ya- difícil; la vuelta a la realidad siempre es compleja.Y en mi caso, lo lleva siendo desde hace tiempo. Me asedian las preguntas sin respuesta, el desconcierto de lo que me va a acontecer en los próximos días me tiene presa, esperando leer un nuevo episodio en la novela que cuenta mi historia, que ahora mismo me describe en un escenario enormemente difuso, a pesar de que en pocos días va a resolverse el misterio. Los que me conocen bien saben que odio el no saber; la espera, la incertidumbre, el desconocimiento me exasperan ...mientras aguardo, mi mente recorre mil kilómetros de imaginación pensando en lo que me deparará el futuro, un futuro que ya es casi mi presente y que sigue siendo desconocido al día de hoy.

Ya son muchos años con esta vida, tal vez necesitaría un poco más de estabilidad. No sé bien si merece la pena vivir así, alejada de todo, por mejorar mi situación laboral. Se hace difícil, muy difícil, saber que de nuevo me espera un lugar en el que vivir sin yo poder elegirlo voluntariamente. De nuevo, el tren me dejará en una estación donde nadie irá a recogerme. De nuevo, no habrá nadie con quien llorar el vacío de mis primeras noches. Parece como si estuviera obligada a aceptarlo, sea cual sea mi destino. Si me negara, todo lo que he luchado para llegar hasta aquí, habría resultado inútil y por éso tengo que seguir adelante. En cierto modo, me siento un poco limitada sin poder decidir por mí misma a dónde quiero ir, y la verdad es que no parece gustarme esa sensación.Es como si por todo ello se viera coartada mi libertad, que es mi principio primordial como ser humano. Después de otras experiencias, sé que siempre acabo sintiéndome bien allá donde voy. No soy especialmente complicada, enseguida me acostumbro a lo nuevo y no tengo problemas para haerme un hueco en cualquier parte. Es cierto. Yo lo sé...pero se lleva mal saber que no hay parte del mundo que te pertenezca, que reconozcas como tuya propia.

Hay ciudades importantes para mí, pero ninguna de ellas es mi ciudad, ni siquiera aquella en la que he vivido la mayor parte de mi vida. He pasado por ellas, en mayor o menor medida, pero una vez las he dejado, tiempo después me he sentido como una extraña al volver a ellas, como si yo no hubiera residido allí jamás. "Al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver" canta Sabina en Peces de Ciudad. Cuánta razón tiene siempre el andaluz. Lo que me queda de ellas son las personas, las personas que me han acompañado en el camino y sin las que tantas y tantas vivencias no tendrían el más mínimo sentido para mí. Pero, aunque sé que queda mucha gente interesante a la que conocer, a mí me faltan los que ya son parte de mí, sin los que me siento completamente desprotegida. Y es éso lo que más me cuesta: renunciar a estar cerca de todos ellos. Las personas que para mí son esenciales se encuentran repartidas en diferentes lugares del mundo. Obviamente, sería imposible hallar una ciudad donde habitasen todas y cada una de ellas. Para mí sería lo más parecido a la felicidad absoluta, una ilusión inalcanzable, claro está. El hecho de estar año tras año en diferentes sitios, alejada de todos los seres que me hacen sentir completa, hace imposible llegar a reconocer uno como el mío, como el espacio al que poder volver siempre, sin sentirlo cambiar a mi alrededor. Es horrible pensar en todo esto, me duele conocer la realidad, y me duele más el hecho de no ser capaz de hacer nada por cambiarla.

Tengo miedo de no soportarlo, pero mucho más miedo de soportarlo aun sabiendo que quisiera estar en otra parte o vivir de otra manera. ¿Por qué será que siempre pensamos en lo que no hacemos pero tampoco luchamos por hacer realidad aquello que añoramos?Siempre pienso en otras vidas y las miro como si las prefiriera, pero nunca hago nada porque la mía se asemeje a esas otras. Odio el "tengo que hacerlo", ese "debo hacerlo" que me autoimpongo, el debate muchas veces entre el deber y el querer. Qué difíciles son los comienzos, pero también los finales-quizá estos sean peores aún- es ésto lo que quisiera no vivir, siempre tener que empezar y acabar algo y volver a lo mismo una y otra vez, una y otra vez...pero por qué siempre tiene que haber un final?

Al mismo tiempo que hago estas reflexiones, también admiro mi capacidad de lucha, de enfrentar la vida como lo estoy haciendo, avanzando en el camino a pesar de mis temores, a pesar de la soledad, terrible a veces...pero sin retroceder ni un paso atrás. Me hace ser más fuerte, ésto me va a ayudar a sobrellevar todo con más valentía-trato de autoconvencerme-pero ¿por qué tengo que tener vetado el derecho a ser cobarde?


Lo he vuelto a hacer,he pensado más, mucho más de lo que debiera y ahora me siento mal.


No sé por qué siempre acabo por entablar una lucha con mi conciencia, si al final siempre salgo perdiendo...


"Si no ves más allá de tu horizonte, estaremos perdidos"-me susurran.



Habrá que echarle narices.

2 comentarios:

Antonio Juan dijo...

Mientras sigas mirando el mundo con esa valentía triunfarás en todo lo que te propongas. Hay personas que no están hechas para tener miedo, alégrate de ser una de ellas y no te preocupes por lo que vendrá, que será fantástico.
Ánimo en estos días, que no ya principio, de incertidumbre.

Un beso muy grande, guapa!!

Raquel

Ana Pujalte Camus dijo...

Muchas gracias!!!!

Pues sí que voy a tener que ser valiente, sí...acaban de publicar las listas provisionales!!!Ya te contaré, estoy asimilando el futuro y es muy complicado.De no saber nada, de repente sé algo nuevo, pero mi incertidumbre, paradójicamente, es mayor porque ni idea tengo de qué tal es el sitio. Además, hasta las listas definitivas, nada es seguro.Así que de momento, es como si no supiera nada.

En éstas estoy, Raquel,no sé ni si quiera cómo me siento. No me esperaba esta situación...aunque debo sentirme afortunada, me han adjudicado una plaza y en los tiempos que estamos viviendo no es para infravalorarlo.

En fin...no hay otra: hay que sacar las fuerzas de donde sea y seguir luchando.

Gracias por hacerme ver que soy una persona difícil de derrotar. Espero no defraudarte a ti, ni tampoco,a mí misma.

BESOS