Es curioso que lo que nos duele es lo que está siempre presente, lo que no se olvida nunca. Me resulta terrible la lucha contra todo lo que quisiera no pensar y pienso. Quisiera prenderle fuego a los mil recuerdos que una y otra vez vuelven a mí hasta abrasarme las entrañas. Cuando duermo, sueño que me escapo de este miedo al no vivir en calma, pero incluso en este estado de inconsciencia, me atrapa la angustia de saber que no puedo liberarme de él.
Dar marcha atrás, ay si yo pudiera, si yo pudiera olvidar...ahora mismo no estaría sintiéndome así.
Te encontré por casualidad aquí o allí, qué más da. Seguro que lo recuerdas, mi corazón no puede dejar de hacerlo. Yo dibujaba el surco de un mundo diferente, pero a medida que iba ultimando cada detalle, perfeccionando su silueta...se fue desmoronando lentamente ante mis ojos. Me hubiera ido arrastrando a recoger los escombros para reconstruirlo una y otra vez, pero los muros de mi conciencia me cercaron el paso un día, ese día en que quise empezar a borrar todo lo que alguna vez hubiese imaginado que podría suceder. Mejor pensar que ocurrió así, no??
Hubo un silencio estridente, con más significado que cualquier palabra de rencor u odio que hubiera preferido ardientemente en ese momento. Pero no la nada, el vacío en que me deslicé y del que nadie supo cómo tenderme una mano para sacarme de allí. Con ello hubiese bastado, no pedía nada más. Yo sé que yo fui la que día a día se fue ahogando conscientemente en la amargura más penosa que jamás hube conocido. Yo sola llegué hasta allí, no creas que no lo sé. Pero mientras iba acercándome, siempre me quedaba a la espera, aguardando a que lo impidieras; y así, poco a poco, de tanto esperar, seguí hasta que por fín me morí de la sed de ti.
En verdad siento que ese día perdí una parte de mí misma, esa que se me reveló antes desconocida. Ahora me parece que me equivoqué, que me confundí de camino; tal vez nunca supe verdaderamente hacía dónde iba...pero todo se volvío ambiguo favoreciendo mi confusión.
Poco importa éso ya, si era o no era lo que yo buscaba, la herida dolió-duele-cuando la ilusión hizo mella en un naufragio de tristeza. No quiero que lo entiendas, tampoco tienes culpa alguna, sino que sólo pretendo darle alguna razón a mis sentimientos.
Desde entonces, la pena negra que empezó a albergar en mí se ha teñido del color del hielo, impregnándome el corazón de dudas, abortando en él cualquier esperanza a volver a sentir.
Quiero, sueño con sembrar otra vez la estrella que danza en mi interior cuando mana la fuerza del cariño.
Con aire febril lo espero, avanzando hacia el fin de mi angustia.
Pero mientras persista este otoño de gris cielo,
mientras no pueda enterrar los recuerdos,
mientras sienta que ni el viento puede destruir
el dolor que me abrasa por dentro,
mi corazón, herido entre hojas muertas, se desmadeja.
1 comentario:
ju me puesto sensiblona leyendo esto
T__T
pues si van marchando las zapatillas aunque ahora es muy dificil encontrar tantos pares aun me falta un par rojo del 39 pero mañana ire a un mercado grande que ponen a ver si lo encuentro ^^
besos
que tal te han ido las vacaciones?
Publicar un comentario