martes, 25 de enero de 2011

SOBRE LA AMISTAD

"Quien tiene un amigo, tiene un tesoro"





En relación a lo que voy a hablar aquí hoy, no pretendo contar nada que nadie que tenga amigos no sepa ya; ni escribir un ensayo acerca del concepto. En la civilización romana el "De amicitia" de Cicerón pondera la importancia de la amistad para la felicidad humana, elevando su principio a lo más digno de la naturaleza humana.



Etimológicamente, la palabra "amigo" viene del latín "AMICUS", que viene del verbo "AMARE", por lo que podemos decir que es lo relativo (en latín es un adjetivo) al amor, o sea, una relación de amor (por la fuerte connotación amorosa que tiene en el español peninsular, podemos matizar si se prefiere por "cariño" ) la que se tiene con aquellos que consideramos amigos. Hay quien también postula otro origen, a saber, que procede de la unión de dos palabras: "a-ni-mi" (alma) y cus-tos (custodia), de forma que "AMICUS" sería el que guarda, el que protege el alma de otro. ¡Bonito, eh!



Ahora bien, dentro del concepto de amistad, hay grados que debemos tener en cuenta. Dicen que los amigos se pueden contar con los dedos de una mano. Bueno, no hay que tomar la frase literalmente, lo que quiere decir es que amigos verdaderos no hay muchos. Podemos apreciar la evolución semántica de la palabra, hoy con el término de "amigo" no sólo aludimos a aquellos que "protegen nuestra alma", sino a compañeros, conocidos, personas que formaron parte de algún momento de nuestra vida, etc. Pero, en el fondo, todos podemos reconocer sin lugar a dudas quiénes, de todos esos nombres posibles,son los que realmente se preocupan por nuestro bienestar. Esos son a los que corresponde una palabra de tal magnitud, a mi juicio, como "amigo".