martes, 4 de noviembre de 2008

¿La Monarquía española desvaría?

Barra libre (Almudena Grandes - elpais.com)

Señores, señoras, se ha abierto la barra libre. Qué alivio, porque la verdad es que esta boda, aparte de eterna, estaba siendo aburridísima. La Reina ha opinado, y lo ha hecho con una libertad que creíamos privativa de quienes votamos para elegir a los representantes que en el Parlamento elaboran y aprueban las leyes en vigor. Como resulta que no es así, que cada uno opine lo que quiera.
Todo pasa, todo queda, y la gran profesional de antaño ya no es la que era. ¿O sí? Mientras el Rey busca apoyos por el mundo para que el socialista Zapatero pueda refundar el capitalismo -una hazaña que no sé si me inspira más risa o más lástima-, la Reina da la de arena. Ironizando sobre la libertad de expresión para sugerir que sus límites le parecen excesivos cuando se emplea contra su familia, la ejerce después, sin límite, para sumarse a la postura de la caverna nacionalcatólica en temas que afectan a otras familias, como el matrimonio homosexual, el aborto, la eutanasia, la violencia machista y la enseñanza de la religión.
Me apunto a la barra libre para opinar, con mi propia plebeya libertad, que sus palabras no son sino otra prueba de la naturaleza anacrónica, fosilizada y hasta conceptualmente monstruosa -por la incompatibilidad esencial de los principios en que ambas instituciones se fundan-, que adquiere la Monarquía al convertirse en la forma de Estado de una nación democrática. Porque en una democracia, por principio, ningún poder, simbólico o efectivo, debería estar nunca por encima de la soberanía popular. Al arrogarse una libertad que no le corresponde, ya que su figura está más allá de los deberes, pero también de los derechos de los demás, la Reina ha ahondado esta contradicción y, en su condición de símbolo del Estado, ha convertido a millones de españoles en súbditos de segunda. Por mí, desde luego, a mucha honra.


(fuente: http://www.elpais.com/solotexto/articulo.html?xref=20081103elpepiult_1&type=Tes&anchor=elpepiult

1 comentario:

Ana Pujalte Camus dijo...

De nuevo, nuestra ilustrísima e imparangonable realeza dando de qué hablar a sus súbditos...sinceramente creo, que su oficio, al menos, debería ser mantener la boca cerrada, ¿no creen?
Así publica El Mundo la noticia sobre el escándalo por un libro sobre la reina de España:

MADRID.- La Casa Real de España tuvo que salir ayer a desmentir opiniones atribuidas a la reina Sofía en un libro de la periodista Pilar Urbano, entre las que destacan su posición contra el aborto y que la palabra matrimonio no se debería aplicar a las uniones de parejas homosexuales, afirmando en un comunicado que las "supuestas afirmaciones se hicieron en un ámbito privado".

El libro "La Reina muy de cerca" salió ayer a la venta y es una actualización del libro que hace 13 años publicó la misma autora sobre Sofía de Grecia, basándose en entrevistas con ella. Según extractos publicados por el diario El País, la Reina dijo a la autora: "Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿qué se sientan orgullosos por ser gays? ¿Qué se suban a una carroza y salgan en manifestaciones? Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no le llamen matrimonio, porque no lo es. Hay muchos nombres posibles: contrato social, contrato de unión", añadió. Asociaciones de homosexuales reaccionaron con indignación. "La reina parece rechazar a una parte de la sociedad española", dijeron.


Señores, me puedo reír o acaso también la risa es motivo de censura??? Pero ¿cómo se puede tolerar esto? Es totalmente inadmisible que gente así represente un país. Y ya me parece el colmo del cinismo que hable de lo que es el matrimonio, ¿no les parece?...clarooo, como el suyo es ejemplar, verdad???...Y en cuanto a la clase de religión, la invito al instituto público en el que trabajo (ese al que jamás irán sus nietos, por otro lado) y presencie una clase de esas tan instructivas sobre el catolicismo...vaya, vaya, que no tienen desperdicio!!!

La verdad es que no deben sorprendernos estos comentarios viniendo de personas que, para empezar, no viven, paradójicamente, en el mundo real.
Porque lo cierto es que, a pesar de los esfuerzos por cubrir las apariencias, esta lacra, que la historia ha impuesto sobre nuestras cabezas, vive ajena a la crisis, tal como demuestran esos desorbitados sueldos que nuestra escoria no podrá nunca alcanzar siquiera en sueños.
Y lo más triste de todo es que se defiendan diciendo que son palabras pertenecientes al ámbito privado-perdónenme de nuevo mi indiscreción-pero ya sólo el hecho de pensarlo denigra más la imagen que una servidora tiene de una institución, que, en contra del parecer de muchos, es sustentada por todos los que vivimos bajo sus pies. Este es un pequeño detalle que considero, al menos, fundamental no olvidar.